Con sólo una sonrisa mi cabeza volvió loca

No te olvides de sonreír, porque cada día que no lo haces, es un día perdido.

martes, 21 de junio de 2011

Bajo el cielo de Roma



Estar fuera adrede todo el día para no esperar inútilmente junto al teléfono. 
Cuatro mensajes, cuatro llamadas recibidas. Cuatro posibilidades, cuatro esperanzas. 
Su voz, la idea de que a mi también me eche de menos, de poder en un instante volver atrás, volver a empezar...
Sueño cada día por un instante. 
Le escucho con una sonrisa. Pero no puedo mentir, no a mi misma. No era ésa la llamada que esperaba, no es un cumpleaños sin su voz.