Estar fuera adrede todo el día para no esperar inútilmente junto al teléfono.
Cuatro mensajes, cuatro llamadas recibidas. Cuatro posibilidades, cuatro esperanzas.
Su voz, la idea de que a mi también me eche de menos, de poder en un instante volver atrás, volver a empezar...
Sueño cada día por un instante.
Sueño cada día por un instante.
Le escucho con una sonrisa. Pero no puedo mentir, no a mi misma. No era ésa la llamada que esperaba, no es un cumpleaños sin su voz.