Algunas veces me han preguntado cómo lo hago, cómo soy capaz de sonreír a cada instante, de divertirme con todo, de no comerme la cabeza con los problemas.
La verdad es que eso no es del todo cierto, sí que me preocupo por un millón de cosas, pero intento ocultarlo.
Aunque no siempre da resultado, porque como suelo estar contenta se me nota enseguida cuando me pasa algo.
El secreto está en aceptar lo que venga como venga, superarlo, a pesar de que cueste y pienses que no puedes conseguirlo.
Todos hemos pasado por diversas situaciones en las que te derrumbas, pero no hay que agobiarse, hay que convencerse de que van a llegar mejores momentos, que son los que recordarás; los malos se quedan poco a poco en el olvido.
Aprende a reír por cada vez que lloras.
