Con sólo una sonrisa mi cabeza volvió loca

No te olvides de sonreír, porque cada día que no lo haces, es un día perdido.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Odio que me mientas y que tengas razón, odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado. Pero sobre todo odio no poder odiarte porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto.